Esta semana ha sido dura para los fans de la música con motivo de la pérdida de David Bowie, así que quiero paliarlo con mi particular homenaje a la movida punk, a la disco y a la musa de buena parte de los artistas de los 70, 80 y actuales.
Deborah Harry cantaba en la banda Blondie, pero ella los supera en fama y en valor como icono. Era sexy, tenía un encanto irresistible, y era elegante. Porque empezó su carrera musical subiendo a los escenarios de tugurios neoyorkinos en camiseta y sin bragas… y aún así era elegante. Y porque en cada revista que abras, la mitad de los estilismos sacan algo de ella.
Y por su voz, y por su voz.
Larga vida a la rubita.