Compra «Puntos Negros» por 0’99 € hasta el día 30.

Rebeca Medina escribe

wpid-portadafinal.jpgCompra «Puntos Negros» por 0’99 € hasta el día 30.

Razones por las que voy a subir el precio de «Puntos negros» en vez de bajarlo:

  1. Solo cuesta 0,99 y rebajarlo más (o sea,gratis) atrae a trols y gente con ganas de poner malas críticas.
  2.  Autopublicar no es gratis, aunque lo parezca. Hay que pagar profesionales (mínimo, corrección) 2b. También hay que tener en cuenta el tiempo que me llevó a mí escribir, editar y maquetar; me gusta pensar que mi tiempo vale dinero.
  3. Este verano ha sido un desastre en ventas. Si hay alguien que no lo va a comprar por 3 y lo habría hecho por 0’99, tiempo tuvo.

  4.  El principal, las regalías: por cada copia me llevo 33% del precio si es menor de 3 €, si es mayor, 72%. Cosas de Amazon.

  5.  Existe gente que cree que las cosas muy baratas no valen nada. No comparto…

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Reseña: «La maldición de Hill House», de Shirley Jackson

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Este ha sido un claro caso de grandes expectativas que no se han cumplido. Conocía la historia por una adaptación, y además sabía que Shirley Jackson y su obra habían inspirado a escritores de terror de la talla de Stephen King, por lo que lo leí esperando un libro espeluznante y adictivo.

Los protagonistas de esta historia son, por un lado el doctor Montague, reputado parapsicólogo, y por el otro los invitados a su particular experimento: Eleanor, dulce y sensible, Theodora, una socarrona dama de clase alta, y Luke, el propio heredero de la casa misteriosa. El doctor Montague conoce muy bien la casa y sabe que sus invitados no podrán resistir los fenómenos que allí suceden por mucho tiempo.

Tengo que admitir que la novela crea una atmósfera opresiva, que consigue que la casa sea un personaje vivo desde los primeros capítulos, y hay algunos personajes muy bien definidos; en especial Eleanor, cuya perspectiva nos ayuda a adentrarnos en los grandes y tenebrosos salones de la mansión y a sentir su inquietante presencia. Sin embargo, tiene un ritmo desigual, y hay muchas situaciones que parten de un marco misterioso y acaban siendo absurdas. Además, la sensación claustrofóbica de la historia en muchas ocasiones se queda solo en eso, una sensación.

Aún así, hay cierto tono burlón del narrador con los personajes que es muy atractivo, sobre todo con la protagonista. La forma de describirla, los brillantes diálogos que mantiene con Theodora (con una leve carga erótica en algunos momentos) y sus sustos constantes son una especie de castigo a la pobre Eleanor por meterse en ese loco proyecto. Definitivamente, el humor negro y la locuacidad de los personajes cuando bromean sobre la casa son algunos de los mejores detalles del libro.

He de decir, sin embargo, que da miedo. No un miedo constante, ni aterrador, pero como he dicho, la casa es un personaje más: respira, se mueve, se comunica. Se comporta de una forma diabólica y tiene un efecto maquiavélico sobre los protagonistas, que a veces salen para dar una vuelta y despejarse, pero acaban volviendo atraídos fatalmente por su influjo. Uno pasa miedo cuando la acción transcurre dentro de la casa y también cuando transcurre fuera.

De modo que… la recomiendo. Hay que entenderla en su época (fue publicada en 1959), pero es una gran novela de misterio y terror, y además tiene el valor de que Stephen King bebió de ella para crear sus terroríficas historias.

 

Compra «Puntos Negros» por 0’99 € hasta el día 30.

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Compra «Puntos Negros» por 0’99 € hasta el día 30.

Razones por las que voy a subir el precio de «Puntos negros» en vez de bajarlo:

  1. Solo cuesta 0,99 y rebajarlo más (o sea,gratis) atrae a trols y gente con ganas de poner malas críticas.
  2.  Autopublicar no es gratis, aunque lo parezca. Hay que pagar profesionales (mínimo, corrección) 2b. También hay que tener en cuenta el tiempo que me llevó a mí escribir, editar y maquetar; me gusta pensar que mi tiempo vale dinero.
  3. Este verano ha sido un desastre en ventas. Si hay alguien que no lo va a comprar por 3 y lo habría hecho por 0’99, tiempo tuvo.

  4.  El principal, las regalías: por cada copia me llevo 33% del precio si es menor de 3 €, si es mayor, 72%. Cosas de Amazon.

  5.  Existe gente que cree que las cosas muy baratas no valen nada. No comparto esta opinión, pero oye, por mí que no quede.

Reseña: «El día que perdí mi sombra», de Aída del Pozo

cm2c5bjwaaa-sgeComencé esta novela, que participa en el Concurso de Novela Indie Amazon, con mucha curiosidad, y atraída por el hecho de estar escrita por una mujer. Como ya os comenté, últimamente me he propuesto leer solo a autoras de misterio y novela negra, por una temporada.
En seguida me enganché a la lectura gracias a su temática: una historia de mujeres fuertes, supervivientes y que toman las riendas de sus vidas tras haber tenido malas experiencias, y que se apoyan unas a las otras. La historia entremezcla las vidas de varios personajes, oscuros pero con matices, que han crecido en un universo duro e implacable, y sus relaciones pasadas influyen en el desarrollo de los acontecimientos, pero están muy bien dosificadas. Los recuerdos que comparten entre sí ayudan al lector a comprender su realidad de hoy en día.
La novela está llena de pasión, en todos los sentidos, en los diálogos y en la manera en que se desatan los sentimientos de sus personajes. El placer se enreda con el suspense en esta historia tumultuosa, que atrapa desde el principio. Os la recomiendo.

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GRACIAS A TODOS

Y mientras seguimos con el sorteo, no lo olvidéis, quiero preguntaros:

¿Qué contenidos os interesan más de mi blog?

Reseñas, relatos nuevos, fragmentos de mi nueva novela, concursos…

Decidme qué preferís y trataré de insistir más en eso. Si se os ocurren otros contenidos que encajen con este blog, por favor, indicadlos.

¡Gracias de nuevo!

Diario de una huida (relato por entregas)

Rebeca Medina escribe

HTB1LRiYIFXXXXXLXXXXq6xXFXXXB29 de septiembre:

Hola.

Estaba buscando algo para caldear la cama cuando duermo sola, y he encontrado unos periódicos viejos que Tom guardaba en el altillo. Es estupendo, porque además de calentarme los pies y entretenerme leyendo cuando no puedo dormir, puedo escribir en uno que tiene muchas páginas en blanco, supongo que por un error de impresión. De modo que este va a ser mi diario. Además, hoy me hace ilusión empezarlo porque me han pasado muchas cosas.

Benjamin me ha regalado un libro. Es pequeño, con las tapas azules, un azul parecido a los arándanos, y es precioso. Las tapas son rugosas, y me gusta tocarlo. Tiene cuentos de autores norteamericanos y alguno inglés. He leído uno de los cuentos hoy, del tirón, en mi tiempo de descanso, que cada vez es más breve. No es culpa de Tom, él nos trata bien, pero me cuesta concentrarme en…

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Diario de una huida (relato por entregas)

HTB1LRiYIFXXXXXLXXXXq6xXFXXXB

29 de septiembre:

Hola.

Estaba buscando algo para caldear la cama cuando duermo sola, y he encontrado unos periódicos viejos que Tom guardaba en el altillo. Es estupendo, porque además de calentarme los pies y entretenerme leyendo cuando no puedo dormir, puedo escribir en uno que tiene muchas páginas en blanco, supongo que por un error de impresión. De modo que este va a ser mi diario. Además, hoy me hace ilusión empezarlo porque me han pasado muchas cosas.

Benjamin me ha regalado un libro. Es pequeño, con las tapas azules, un azul parecido a los arándanos, y es precioso. Las tapas son rugosas, y me gusta tocarlo. Tiene cuentos de autores norteamericanos y alguno inglés. He leído uno de los cuentos hoy, del tirón, en mi tiempo de descanso, que cada vez es más breve. No es culpa de Tom, él nos trata bien, pero me cuesta concentrarme en leer, o al menos evadirme de mi rutina, y cuanto menos tiempo libre tengo, peor. Benjamin cada vez viene menos, no sé si Tom lo ha amenazado. Tom no sabe que sé leer. Espero que no me descubra, no le gustan los secretos.

El cuento que he leído trataba de unos hombres de la alta sociedad que formaban parte de un club, y en sus reuniones trataban de contactar con el más allá. Sin embargo, una de sus reuniones acababa mal, porque accidentalmente contactaban con un brujo y éste se enfadaba y los mataba a todos. Creo que todas las historias de este libro son así, fantásticas. Es raro pero me gusta. Como Benjamin.

Voy a intentar describir a Benjamin. Es más alto que yo, y eso no es tan frecuente, soy bastante alta para ser una mujer, y además pobre. Mi madre me dijo que parecía que había tomado algo prestado de mis hermanitos, porque yo era la única de los ocho que había llegado a la pubertad, y siempre tuve buena salud. El caso es que Benjamin no es delgado, es más bien fuerte, aunque tiene algo de barriga, lo justo. Me gustan las barrigas si no son exageradas. Lo que más me gusta de él son sus ojos, de color azul oscuro, nunca los había visto así. Toda mi familia los tiene azul claro, como yo (mis padres son primos), y el resto de la gente que conozco los tiene marrones o azules, ni tan claros como los míos ni tan oscuros como los suyos. Salvo Karen, Karen los tiene de color ámbar, son alucinantes. Creo que por eso la quieren tanto los hombres. Por eso y por enormes tetas, también.

Además del libro, que me ha hecho mucha ilusión, hoy hemos comprado por fin la tela para los nuevos vestidos. Es de color vino tinto, ligera, brilla un poco y es tan suave que se escurre entre los dedos. Sally dice que es satén, pero no lo creo, aunque me da igual. Llevábamos mucho tiempo ahorrando y la señora Callaghan nos a hecho una rebaja, porque le somos muy fieles. Putas fieles, tiene gracia.

Tengo sueño, lo voy a dejar. A esta vela no le queda mucho.

Ah, me llamo Deirdre.

 

2 de octubre:

Empieza a hacer frío en Boston. No lo entiendo, el año pasado por estas fechas aún podía lucir mis mejores escotes sin miedo a ponerme roja o azul cuanto aprieta el frío de madrugada. Echo de menos Irlanda, el frío era más húmedo pero yo lo llevaba mejor. También yo era más joven y no tenía que hacer la calle. Aunque a decir verdad hace tanto tiempo de eso, y yo era tan joven, que no trabajaba en nada por mi cuenta, solo ayudaba a mis padres. Tal vez si viviese allí haría lo mismo. No sé, no me importa tanto hacer la calle como tener a Tom encima.

El libro que me regaló Benjamin tiene algunas notas, supongo que él lo leyó antes. No me importa, así le siento más cerca cuando no está. No entiendo lo que dicen. Se parecen a algunas cosas de las que hablan los cuentos, aunque tengo que leerlos enteros para intentar relacionarlo.

He guardado el libro bajo la almohada, pero tendré que encontrar un sitio mejor, ahí es donde primero mirará Tom.

Hoy ha vuelto a pegarme. No se lo voy a decir a Benjamin pero él lo acabará sabiendo, es muy listo. Dice que yo también soy lista, que si no ya habría aparecido en el río, flotando boca abajo.

Hoy he ido a ver a la señora Callaghan para ver si necesitaba algo (después de hacernos esa rebaja, quiero ofrecerle mi ayuda porque es muy mayor y se cansa fácilmente), y ella me ha comentado que es el día de los ángeles custodios, patrones de los policías, como era su marido. Eso quiere decir que mañana es mi cumpleaños. Cumpliré veintidós.

 

12 de octubre

Tom insiste en que me tiña el pelo, y yo no quiero. Sally me ha dado la razón. Tom dice que tengo que teñírmelo de rojo o de rubio, porque mi color natural no es ni una cosa ni otra, y así no me puede anunciar entre los hombres importantes. No me parece justo. Mi pelo es del color de la miel, del color de los caramelos, del color de unas piedras que había en un collar que le regalaron a Karen una vez, no recuerdo cómo se llamaban. Además, mi pelo está bien, es abundante y brilla, y si me lo tiño se estropeará. Benjamin dice que no me lo tiña, porque mi pelo parece un metal precioso, entre el cobre y el oro. Es un zalamero. Tom es idiota.

Hoy he leído parte de un cuento, solo parte porque Tom ha aparecido de repente y he tenido que esconderlo. Menos mal que se fue pronto, porque lo había dejado muy cerca del brasero y se iba a chamuscar. El cuento iba de un hombre que quería volar, pero en lugar de inventar una máquina con alas, o algo parecido a un coche volador, que sería más lógico, hacía algo más parecido a un barco, pero que volaba. Hay que echarle imaginación para entenderlo, pero me gustó. A ver si mañana lo termino.

Tom dice que no va a dejar volver a Benjamin, que si lo quiero ver tendrá que ser en la calle, y que nos andemos con cuidado si no queremos que no nos deje subir hombres aquí (normalmente solo hacemos la calle si hay pocos clientes en la casa), que solo nos dejará dormir, y a lo mejor ni eso. No sé qué le pasa. Creo que tiene deudas y está nervioso.

Sally tiene mucha tos, y suena mal.

He encontrado una nota dentro del libro que me ha preocupado. Habla de armas, pero no exactamente armas de fuego, sino algo distinto, sin balas. Supongo que Benjamin quería escribir una historia.

Tengo hambre. Pero me hace falta menos tela para hacer el vestido de lo que creía. Iré a ver si me fían algo en la panadería.